La pretemporada es un momento crucial para cualquier deportista que compite en una disciplina concreta, pero también para cualquier persona que simplemente le gusta practicar su arte marcial y busca unos objetivos más personales. Es una época de reflexión, preparación y, sobre todo, de establecimiento de objetivos. Tener metas claras y definidas puede ser la diferencia entre una temporada exitosa y una de estancamiento.
Con este artículo queremos ayudarte a identificar los principales objetivos de tus alumnos y, de esta forma, ayudarte a planificar tus clases teniendo en cuenta las metas de tus alumnos. Si dispones de poco tiempo, puedes escuchar el contenido en este nuevo podcast.
La importancia de definir los objetivos
Independientemente de la disciplina, tener objetivos claros proporciona dirección y propósito. Estos objetivos no solo deben alinearse con el programa general del club, sino que también deben ser personalizados para cada estudiante (en la medida de lo posible). Cada persona tiene sus propias aspiraciones, ya sea mejorar una técnica específica, aumentar su resistencia, o simplemente disfrutar de su arte marcial como una forma de vida y bienestar.
Todos los instructores y maestros debemos considerar que la definición de objetivos debe ser adaptativa y flexible. Cada alumno es único, y lo que funciona para uno es posible que no funcione para otro. Además, es esencial reconocer que no todos los alumnos tienen el objetivo de competir. Mientras que algunos pueden aspirar a participar campeonatos y representar a su comunidad o país en competiciones más importante, otros pueden practicar artes marciales por razones completamente diferentes, como la autodefensa, la mejora de la salud física y mental, o simplemente como una actividad divertida y placentera.
Por tanto, es crucial que los instructores y maestros nos tomemos el tiempo necesario para comprender y conocer los objetivos personales de cada alumno.
¿A partir de que edad es importante definir objetivos?
La definición de objetivos es esencial en cualquier etapa de la vida, pero en el contexto de las artes marciales, su relevancia puede variar según la edad y madurez del practicante. Desde una perspectiva pedagógica, los niños hasta los 10 o 12 años suelen tener objetivos más generales y orientados hacia el disfrute, la socialización y la adquisición de habilidades básicas. A menudo, estos objetivos son establecidos en conjunto con sus instructores y con su propia familia, y se centran más en el proceso que en resultados específicos.
A medida que los jóvenes entran en la adolescencia, comienzan a desarrollar una mayor autoconciencia y capacidad de autorreflexión. Es en este momento, alrededor de los 13 años en adelante, cuando puede ser beneficioso que los alumnos empiecen a reflexionar sobre sus objetivos personales y deportivos. Estos objetivos pueden abordar aspectos técnicos, físicos, y competitivos.
¿Cómo podemos conocer los objetivos de nuestros alumnos?
Una de las formas más efectivas de identificar los objetivos personales de los alumnos es a través de formularios. Al inicio de la temporada, podemos enviar formularios a nuestros alumnos para que los rellenen.
Al recopilar y analizar las respuestas, los instructores y maestros podemos modificar nuestro enfoque de enseñanza para satisfacer las necesidades y aspiraciones de cada alumno. Además, estos formularios también pueden servir como una herramienta de comunicación, permitiéndoles expresar cualquier inquietud o sugerencia que puedan tener.
Es una forma para que el alumno sienta que su progreso y desarrollo son valorados, lo que a su vez puede aumentar su compromiso y pasión por el arte marcial que practican.